jueves, 11 de febrero de 2010

Avicultura

Arte de criar y reproducir aves y de aprovechar sus productos. En la actualidad, el primitivo gallinero ha cedido el lugar a la granja avícola, en la que aves seleccionadas viven en condiciones óptimas, son alimentadas racionalmente y entregan productos de óptima calidad.

Cría de aves con fines comerciales. La avicultura constituye una industria especializada que se encarga del mantenimiento de las aves en las condiciones adecuadas para la producción de huevos y, de forma secundaria, de carne. La cría de selección pretende mejorar las aves
reproductoras con la aplicación de métodos genéticos, y la cría de multiplicación intenta conseguir, a partir de ejemplares ya seleccionados, una descendencia lo más amplia posible. La colaboración entre los especialistas en genética, nutrición y patología, junto a la de técnicos en construcción, iluminación, acondicionamiento de aire, etc., ha hecho posible el logro de razas de elevada producción en carne y huevos. En consecuencia, ha habido un aumento en el número de las razas mediterráneas que ponen huevos de cáscara blanca, con menos propensión a enclocar que los de cáscara tostada.

Explotación industrial del huevo, el pollo y la gallina

La explotación de la gallina y sus derivados con fines comerciales la realiza una industria especializada, dedicada también a la explotación de otras aves y denominada avicultura. El conjunto de actividades relacionadas con la cría de pollos, gallos, gallinas y de sus productos, tales como huevos y carne, requiere el empleo de modernas técnicas de selección de razas, métodos de incubación artificial, y en general, métodos que aumenten la producción, entre los que hay que tener en cuenta raciones de alimento equilibradas, condiciones higiénicas adecuadas e instalaciones con temperatura y humedad apropiadas. La gallina es el ave más aprovechada por el hombre.

El gallo y la gallina


El gallo y la gallina son aves domésticas de la misma especie, Gallus domesticus, aunque de distinto sexo, que pertenecen al orden Galliformes y a la familia Faisánidos, a la que también pertenecen la codorniz, la perdiz, el faisán y el pavo real. Según varios autores, el gallo doméstico procede del cruce del gallo bankiva (Gallus gallus), una especie salvaje originaria del sudeste asiático, con otras especies afines del género Gallus, y para diferenciarlo de su antecesor se le denominó con el nombre científico de Gallus domesticus.


Morfológicamente, el gallo (macho) y la gallina (hembra) se caracterizan por presentar una cresta roja y carnosa, un pico corto y curvado, denso plumaje y la cola redondeada. La hembra es de menor tamaño que el macho y con la cresta generalmente más caída y menos desarrollada que la de éste. El macho presenta los tarsos del pie armados de espolones, inexistentes en la hembra, y dos barbas iguales en el cuello. Ambos se caracterizan por presentar un vuelo corto y torpe, y por la presencia de uñas en los dedos para excavar la tierra. Los jóvenes se llaman pollos y su cresta es muy rudimentaria, las hembras nuevas dedicadas a la reproducción o a la puesta se llaman pollas y el macho castrado capón.

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