la Avicultura actual se basa en la explotación de híbridos comerciales especializados en la producción de huevos (gallinas ponedoras de elevada capacidad) o en la producción de carne (pollos de ceba o broilers de gran velocidad de crecimiento). Tanto unos como otros se caracterizan por realizar una eficiente utilización del alimento, aspecto éste muy importante por constituir los gastos en la alimentación la mayor parte de los costos en las explotaciones pecuarias.
las instalaciones pecuarias para la explotación aviar no se limitan a las necesidades para estas dos categorías, sino que son imprescindibles otros centros donde crían los reproductores y los reemplazos de los mismos, centros genéticos y de pie de cría también es necesario para el normal funcionamiento de la industria: almacenes, frigoríficos, medios de transporte adecuados, laboratorios de diversa índole, mataderos, plantas de incubación, etc. que brindan ocupación a un gran número de trabajadores, facilitando empleos que pueden ocuparse por mujeres.
Además de suministrar carne y huevos a la población, que es un
La producción de huevos en la actualidad, a nivel mundial, y según datos de la FAO (Organización para la Agricultura y la Alimentación) de 1998, la producción de huevos de gallina se sitúa en 48,5 millones de toneladas. Esta producción da lugar a unos 867.000 millones de unidades (considerando de media 56 gramos por unidad), es decir unos 72.250 millones de decenaAsia es la región del mundo que mayor producción de huevos de gallina presenta hoy en día. Una parte muy importante de esta producción, aproximadamente el 65,4%, la aporta China, que por sí sola alcanza el 37,0% de la producción mundial, situándola por ello como la gran productora de huevos de gallina del mundo. El continente europeo es la segunda zona productora de huevos. Su producción global es de unos 9,4 millones de toneladas. El conjunto de países de Europa no pertenecientes a la Unión Europea producen el 43,5% del total de este continente. La Unión Europea presenta una gran regionalización en esta producción ya que seis estados (Francia, Alemania, Italia, Reino Unido, España y Países Bajos) son responsables de casi el 85,0% del total de todos los huevos de gallina producidos en ella. Las diferencias entre el norte y sur se encuentran amortiguadas, pues España e Italia, son grandes productoras tras Alemania y Francia. Otra gran potencia productora de huevos de gallina es norte-Centroamérica. Su producción asciende a 6,9 millones de toneladas, de las cuales 5 millones de toneladas (el 67,7%) las aporta Estados
Los huevos, aparte de ser utilizados para el consumo de la población, suelen emplearse en la producción de vacunas, en la elaboración de plásticos, adhesivos, colorantes, etc.
Esta breve panorámica de los procesos que conforman la industria avícola moderna, nos brinda una ligera idea de su complejidad. En la última década, esta industria se ha desarrollado vertiginosamente tanto cuantitativa como cualitativamente. Hasta ahora, ni la producción, ni el consumo han mantenido niveles estáticos (Pérez, 1990) El aumento en el consumo ha sido de un 115% con relación al inicio de los años 60 (consumo percápita de huevos aumento en 47% entre 1960 - 1987).
Actualmente se producen en el mundo 48.5 millones de toneladas de huevos equivalentes a 867.000 millones de unidades considerado 56 gramos por unidad es decir unos 72.250 millones de docenas (FAO 1998) equivalente a 227 huevos por habitante al año. Hasta ahora, ni la producción, ni el consumo han mantenido niveles estáticos. Los países en que el consumo de huevos está creciendo rápidamente son principalmente los cinco gigantes económicos de Asia: China, Singapur, Taiwán, Corea del Sur e Indonesia.(López Amparo y Trujillo Elena 2001).
A través de los últimos años se ha venido haciendo intenso y se han logrado algunos avances en la cría de los reproductores, no obstante con la introducción de cruces cada vez mas especializado y de acuerdo a los dato y observaciones emanadas de la unidad Briones III nos proponemos hacer un estudio sobre la cría de estas aves para obtener reproductores que al comenzar la postura tengan un esqueleto sólido con un buen desarrollo muscular evitando toda gordura innecesaria y dañina para la fertilidad y producción de huevos incubar e incidir en la calidad del mismo, garantizando que el peso corporal de las reproductoras a las 24 semanas es el peso de sus hijos a las seis o siete semanas.
1. Calidad y manejo del huevo para incubar.
1.1 Manejo del huevo a incubar.
La buena incubación requiere un conocimiento cabal de la importancia del control de la temperatura, humedad, ventilación y manejo en general que aunque las incubadoras modernas tengan un alto grado de control automático, de muy poco serviría si el equipo no es usado y mantenido debidamente y el tiempo de conservación del huevo es inferior a los 7 días.
Temperatura:
La temperatura es el factor mas importante que interviene en la incubación artificial ya que este influye en el tamaño del huevo ( Orr, 1967; Johnson, 1968; Weninger y Sydness, 1970 )ya que al aumentar la temperatura ambiental el tamaño del huevo disminuye, observándose un descenso mas pronunciado en el peso de los huevos bajo aumentos graduales.
Según Marslen y Morris (1987) la temperatura ambiental confortable para las aves varía entre los 18.0 y los 25.0. Por lo que valores inferiores o superiores tienen un efecto positivo o negativo sobre el consumo de alimento. Marslen y Morris (1987) dijeron que pollonas expuestas a temperaturas superiores a 21ºC disminuyen el consumo de alimento y en consecuencia el tamaño de huevo al inicio de la puesta como señala (Meltzer 1987).
Cuando la temperatura
El calentamiento del huevo tiene por objeto desencadenar y mantener la multiplicación ordenada de las células del embrión. Ligeras variaciones de temperaturas determinan el éxito o fracaso de la incubación, influyendo no solo el numero de nacimiento, sino también la calidad del pollito.
Los grandes equipos de incubación requiere una temperatura de unos 37.8 ºC (100 ºF) en la primera etapa, y unos 36.6 º C ( 98 ºF) en la fase de nacimiento.
La temperatura del local debe ser 2505 ºC. Los efectos de la alta temperatura de incubación son:
Se alarga y se acorta el periodo de incubación.
Mortalidad embrionaria.
Embriones vivos dentro de la cáscara, que no han podido nacer.
Lesiones en la cabeza, cerebro y ojos.
Persistencia del saco vitelino.
La temperatura letal mínima es 35.5 ºC.
La temperatura de las nacedoras es ligeramente inferior que las de las incubadoras para reducir el riesgo de sobrecalentamiento. La temperatura normal de funcionamiento es de 37.1 ºC -98.8 ºF, pero si se utilizan bandejas de plástico en las hacedoras la temperatura todavía será 0.3 ºC ( 0.5 ºF) menor ( Monagement 1996).
Humedad:
La humedad en la incubación es tan importante como la temperatura; sin embargo, sus variaciones por alta o baja no causan efectos tan desastrosos como los de la temperatura.
Durante la incubación se producen perdidas de vapor de
En huevos de reproductoras pesadas esta variación normalmente no tendrá ningún efecto significativo sobre la incubabilidad. Sin embargo, cuando se producen huevos de poca calidad por la edad,
Efectos de la alta humedad son: poca perdida del peso del huevo; se alarga la incubación; atraso del desarrollo embrionario y mortalidad embrionaria.
Efectos de la baja humedad son: excesiva perdida de peso; se acorta el periodo de incubación y mortalidad embrionaria.
Ventilación:
Las incubadoras normalmente adquieren aire fresco de la sala en que están situadas. Este aire proporciona oxigeno y parte de la humedad, requerida por los huevos, también extrae el dióxido de carbono y el exceso de calor producido por los huevos. ( Management 1996).
La mayoría de las incubadoras funcionan al 50 % de humedad relativa. El aire fresco proporciona poca humedad y para reducir el funcionamiento del sistema interno de humidificación, el aire que entra a las máquinas debe prehumedificarse a una humedad relativa entre 40 % y 50 %. La temperatura de este aire debe ser de 24 ºC ( López Amparo 1986) plantea que la ventilación guarda estrecha relación con los otros factores que intervienen en la incubación artificial.
Cuando la composición del aire es 21 % de O2 y 0.5 de CO2 se estimula el desarrollo del embrión. Sí la composición es incorrecta, se producen malformaciones embrionarias.
Otros factores de extraordinaria importancia en el manejo de los huevos en la incubadora es la transferencia de los mismos y posición y volteo.
La transferencia se realiza a los 18 ó 19 días para permitir libertad de movimiento al pollito fuera de la cáscara durante el nacimiento y fomentar la higiene, pues durante el nacimiento se generan gran cantidad de plumón y este potencial de contaminación podría expandirse por toda la planta de incubación.
Posición y volteo de los huevos:
En la bandeja de la incubadora, el huevo se coloca en posición vertical con el polo grueso hacia arriba; esto evita malas posiciones embrionarias y la rotura por pegarse un huevo a otro, además de que ahorra espacio en la bandeja.
En las nacedoras los huevos se colocan en posición vertical.
Recogida, almacenamiento y conservación de los huevos para incubar.
La recogida más frecuente de los huevos aumenta la incubabilidad.
La mas recomendable es recoger los huevos de 3 a 4 veces por día en invierno y de 5 a 6 veces en verano; si la gallina pone huevos a ultima hora de la tarde será conveniente retirarlo ese mismo día y así se evita la ruptura de huevos en los nidos y se mantiene una mejor sanidad por lo que disminuye la contaminación mejorando el potencial de incubabilidad. Con la frecuencia de recogida señalada se reduce, aunque no existe el huevo estéril, el huevo limpio es aquel huevo que presenta de 3000 - 5000
Almacenamiento de los huevos destinados a la incubación
Los huevos destinados a incubar deben almacenarse en cajas ordinarias para este fin, en fillers de cartón o cajas plásticos, con la parte mas ancha hacia arriba, para lograr que la cámara de aire no sufra golpes que pueda alterar su posición.
El objetivo del almacenamiento consiste en mantener interrumpido el desarrollo celular hasta tanto se coloquen en la incubadora, donde existen las condiciones necesarias para dicho proceso y obtener buenos índices de incubabilidad, por todo ello, mientras mas rápido se reanude el desarrollo del embrión, mas posibilidades existirán de que conserve su viabilidad.
Sin embargo, los resultados de diversas investigaciones han arrojado resultados positivos con huevos almacenados durante 7 días, no existiendo diferencias significativas con huevos que han permanecido almacenados menos tiempo; por lo que la mayor parte de ,los autores coinciden en que tiempo máximo de los huevos no debe ser superior a 7 días. (López Amparo 1986).
Conservación de los huevos para incubar.
La conservación de los huevos se realiza en una sala o cámara destinada a tal efecto, que señala que una temperatura entre 10 y 17 ºC; humedad relativamente 70 y 80 % y hasta un 85 % con mas de diez días no se utilizan para incubar.
Si es inevitable un almacenamiento prolongado, la temperatura se situara en el nivel mas alto.
Los huevos almacenados mas de 14 días, ya comienza a perder incubabilidad hasta en un 4 % a partir del cuarto día .( Bonino y Sceglio 1998). Este mismo autor concluyó que los huevos de gallinas jóvenes se podrán conservar mas tiempo que los de gallinas viejas.
Generalmente la gallina pone o produce sus huevos con un aporte sustancial de elementos químicos y particularidades físico – morfológicas que permiten la obtención de latos rendimientos durante la incubación. Eso, claro está, si las gallinas reproductoras han sido mantenidas bajo condiciones de manejo, alimentación, salud e higiene óptimas y, partiendo de que procedan de lotes de reconocida calidad genética.
En el proceso de producción de huevos de incubación la calidad intrínseca de los huevos se ve sometida a la acción de variados factores ambientales, en la granja de reproductores y la planta de incubación, que contribuyen a mantener esa calidad ó a deteriorarla.
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